Bienvenidos

Desde la Junta de Gobierno de la Hermandad de la Santa Cruz de la Calle Sevilla y en nombre de todos los hermanos de esta Centenaria corporación, os damos nuestra más cordial bienvenida a este blog, que con seguridad nos servirá a todos para conocer mejor nuestra Hermandad y su vida asociativa, y así enriquecernos a nivel personal y colectivo.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Misericordia, Señor, por tu Santa Cruz.


Poco antes de las doce del mediodía, y de conformidad con lo acordado en el seno del Consejo de Hermandades y Cofradías de La Palma, se abrían las puertas de la Capilla de nuestra Santa Cruz, y Ésta aparecía bellisimamente expuesta en el presbiterio a la veneración de sus fieles y devotos.

La Antigua, Real e Ilustre Hermandad de la Santa Cruz de la Calle Sevilla, exponía así a su Amantísima Titular más cercana a la vista y a la oración de los muchos fieles que ese día acudieron a honrar al Sagrado Madero. Se seguían de esta forma las indicaciones de nuestra Parroquia y del Consejo que aglutina a todas las Hermandades de la ciudad que nos instaba a exponer a nuestro más preciado Signo de una manera más especial y más cercana a los devotos en la clausura del año de la Misericordia, como hizo el resto de las devociones de la ciudad, dentro de los actos que se habían programado para el fin de semana y a los que acudió esta Hermandad.

Desde aquí agradecer a cuantos fieles y devotos se acercaron en ese día en el que las inclemencias meteorológicas eran especialmente adversas, y que pese a ello, acudieron en masa a honrar y venerar a nuestra Santa Cruz, que estuvo en todo momento rodeada de fieles.

En torno a Ella, una vez más, se vivieron encuentros emocionados de niños, ancianos y enfermos que acudían a la Capilla para compartir un rato de oración y reflexión cristiana buscando su consuelo en el cierre del año santo de la Misericordia, y a las puertas ya de un nuevo adviento, en la misma festividad de Cristo Rey.


El Sagrado Madero de la Calle Sevilla lucia esplendoroso en el centro del presbiterio, magníficamente exornado, rodeado de algunas piezas de candelería y jarras con flores frescas. A los pies de la peana del altar, la Inmaculada, con sabor a salas antiguas y a una cercanía de la Cruz que, gracias a la organización de estos cultos extraordinarios, hemos tenido la suerte de poder disfrutar.